La Auditoría Energética, paso posterior a Prediagnóstico, supone un estudio técnico detallado, basado en un proceso sistemático, independiente y documentado de las instalaciones del cliente, que evalúa objetivamente el consumo energético de la organización y que permite proponer acciones que supongan un ahorro energético cuantificable.
Durante el Prediagnóstico evaluamos de manera somera el consumo teórico y el estado de los equipos, permitiendo estimar un primer reparto de consumos y localizar posibles ahorros potenciales
ENTREVISTAS
Son instrumentos imprescindibles, que por medio del diálogo, permiten obtener información del personal de la empresa. Para realizar correctamente una entrevista se deberá:
Prepararla anticipadamente con detenimiento.
Definir los objetivos de la entrevista y los resultados buscados.
Iniciarla en un ambiente propicio y con una relación constructiva con el entrevistado.
Preguntar a los entrevistados sobre sus tareas y responsabilidades.
Elaborar un documento de trabajo con los resultados de las entrevistas y otras
Informaciones adicionales obtenidas.
CUESTIONARIOS
Son instrumentos indispensables para el trabajo del equipo auditor. De su correcta realización y posterior tratamiento dependerá la calidad de la auditoría. Deben ser preparados metódicamente. Deberán facilitarse unas respuestas de tipo si y no con comentarios al margen. Existen dos tipos de cuestionarios, según sea el momento de la auditoría:
Cuestionario de información previa Se realizará antes del inicio de la auditoría propiamente dicha. La información que se obtenga servirá para planificar la auditoría y definir su alcance y objetivos. La información re-querida será:
Recopilación de información general sobre la sociedad y la instalación. Que permita caracterizar la sociedad y conocer su estructura de producción:
Permisos, licencias y autorizaciones.
Plano de la zona donde se ubica la instalación.
Descripción de los procesos. Identificando emisiones, residuos, efluentes y olores.
Gestión de los residuos.
Materias primas utilizadas. Entradas y salidas de las mismas.
Política medioambiental de la sociedad. Costos medioambientales.
Organigrama. áreas de responsabilidad.
Último informe anual de la sociedad a sus accionistas.
Revisión de auditorías anteriores.
Cualquier otra información que se considere interesante sobre la sociedad.
Cuestionario posterior a la visita. Con el objeto de conocer toda la información del funcionamiento y control interno de la instalación. Sus resultados son fundamentales para la redacción del informe final.
El contenido de dicho cuestionario es mayor que el del previo.
En esta etapa se persiguen los siguientes objetivos, por un lado la verificación de la situación técnica y medioambiental de la empresa a partir de la información conseguida, de la empresa a partir de la información conseguida, entrevistas, etc.; y, por otro, el análisis y la discusión crítica de los resultados, en función de los objetivos planteados en un principio, completando así las informaciones recopiladas.
En cuanto a la metodología, la Cámara Internacional de Comercio sugiere 5 fases para la ejecución de la auditoría:
En cuanto a las técnicas a utilizar, serán elegidas por el auditor, en función del tipo de auditoría. Para conseguir la cooperación por parte del personal de la empresa se ha de utilizar la comunicación y el diálogo a partir de las cualidades humanas del auditor.
Además, se utilizarán controles técnicos para tener más información del funcionamiento se la empresa, más rigurosos cuanto mayores riesgos o deficiencias existan en la empresa, estos controles se llevan a cabo mediante:
Se elabora un informe final o informe del auditor, donde se presentan los resultados y las conclusiones obtenidas junto con las recomendaciones, observaciones y medidas correctoras adecuadas.
Se debe llamar la atención especialmente sobre las deficiencias, las in-fracciones y los riesgos detectados, insistiendo sobre la urgente necesidad de soluciones, tanto técnicas como jurídicas.
La estructura y contenidos del informe dependen de los objetivos de la auditoría, el equipo auditor deberá asegurarse que se han cubierto todos ellos.
El informe final escrito será una exposición de los resultados materiales de la auditoría, en base a las pruebas obtenidas, en relación con la legislación medioambiental por sectores (agua, aire, suelo) vigente. Quedando reflejadas las deficiencias e inconformidades del sistema respecto a dicha normativa.
Dentro del informe final, es aconsejable que se establezcan como conclusiones las medidas a corto plazo y las medidas a largo plazo recomendadas en un orden de prioridad.
La información que proporciona el informe final será útil para:
Seguimiento y control de la auditoría medioambiental. Una vez definidas las medidas a adoptar, se establecerá un programa de actuación que indique el procedimiento y los mecanismos necesarios para la aplicación de las medidas correctoras.